Hace unos años una amiga me contó lo que sucedió en su empresa, una multinacional americana con sede en Madrid.
El número de empleados se multiplicó por 2 en solo dos años, había mucha confusión ya que la empresa había comprado otra y de repente surgieron nuevos procesos y nuevos productos.
Daba la sensación de que todo el mundo corría de un sitio a otro sin que al final pareciese que avanzaran hacia los objetivos que tenían previstos.
La gente se sentía bajo presión, no había tiempo para formar adecuadamente sobre los nuevos procesos y las relaciones entre los compañeros a veces resultaban tensas debido al estrés generalizado.
Una mañana mi amiga llegó al trabajo y después de ir directa a la máquina del café para servirse uno bien cargado, volvió a su mesa y encendió el ordenador.
El primer email que vio era de RR.HH.
Empezando esa semana todos estaban convocados a asistir a unas sesiones con un tal Dave Donovan que venía de la central en Estados Unidos.
Las sesiones formaban parte de una formación llamada “Search Inside Yourself” y seguían las mismas técnicas de un curso creado por un ingeniero de Google, el cual había sido un éxito dentro del gigante americano.
Al principio mi amiga suspiró y se dijo mentalmente “No tenemos suficiente trabajo que ahora nos van a entretener con un cursito de esos para quedar bien”.
En el email recomendaban leer el libro que llevaba el mismo título que la formación y que había sido escrito por el mismo ingeniero de Google.
Mi amiga entonces buscó el libro y la portada le intrigó lo suficiente como para comprarlo.
Tras el título, Search Inside Yourself, ponía “El inesperado camino hacia el éxito, la felicidad y (la paz mundial)”.
El libro supuso un antes y un después en su vida, aunque lo que de verdad tuvo un impacto absoluto en toda la dinámica de la empresa fueron los ejercicios que hicieron como parte de la formación.
Los ejercicios estaban pensados para desarrollar la escucha atenta, el control de las emociones, el dejar ir, la comunicación empática, etc., e hicieron que los distintos grupos de trabajo en la empresa empezaran a escuchar de verdad, a tener más empatía hacia los demás y a controlar la forma en que gestionaban sus emociones.
Pero lo que mi amiga consideró que más ayudó a todos, no solo en el trabajo, sino también en sus vidas personales, fue empezar a practicar meditación.
Hicieron de la meditación una práctica diaria.
Todos los días reservaban una sala dos veces al día para que la gente fuese a la hora que mejor le viniese y meditaban juntos unos 20 minutos.
Mi amiga me dijo que se llevó una sorpresa grandísima cuando vio a S. allí.
S era un compañero con el que mi amiga (y muchas otras personas) tenían problemas para trabajar.
Era una persona muy temperamental a quien le costaba mucho dominar sus repentinos cambios de humor y quien tenía verdaderos problemas para escuchar con atención.
S. mejoró increíblemente con la formación y las sesiones de meditación, con lo que trabajar con él ya no fue un suplicio, lo que era vital, ya que él era un importante miembro del equipo con mucha experiencia.
Todo esto sucedió hace muchos años, unos 9, justo antes de que yo decidiese dejar mi trabajo como responsable de RR.HH y me dedicase de lleno al coaching y el mindfulness.
Ahora también imparto formaciones sobre Inteligencia Emocional y Mindfulness para equipos y veo resultados como los que experimentó mi amiga en su empresa todos los días.
Resultados palpables, que a veces ni los propios jefes de equipo pueden creer.
El mindfulness aumenta la productividad de los equipos, por todas estas razones:
- Reduce los niveles de estrés
- Mejora la comunicación entre los compañeros
- Aumenta el nivel de concentración
- Mejora la autoestima
- Aumenta la satisfacción laboral
- Ayuda a encontrar sentido en la tarea

Hay muchísimos estudios que avalan estos resultados, uno de ellos este que relata el Harvard Business Review.
En uno de los estudios de campo participaron 224 estudiantes de MBA dentro de 44 equipos de proyectos en una gran universidad de EE.UU.
En el otro, 318 empleados de 50 equipos de una organización sanitaria china, en una serie de departamentos, entre ellos soporte técnico, farmacia, marketing y atención al cliente.
En ambos estudios, comprobaron que cuanto mayor era el nivel de mindfulness en el equipo, menor era el nivel de conflicto en las relaciones.
Es más, en los equipos más conscientes, los conflictos personales resultantes de conflictos de tareas se redujeron considerablemente.
Sin embargo, poner en práctica este tipo de mindfulness puede ser un reto.
Los centros de trabajo están cada vez más llenos de distracciones.
Como todas esas veces que estás hablando en una reunión y la gente está mirando el móvil en lugar de escuchar y participar.
A esto se añade el hecho de que cada vez hay más personas que trabajan a distancia y más empresas que emplean a personas con una gran variedad de idiomas, antecedentes culturales y estilos de trabajo, por lo que es fácil que se produzcan malentendidos a la hora de comunicarse.
Lo más importante que pueden hacer las organizaciones para aumentar el mindfulness del equipo es fomentar la atención centrada en el presente, el procesamiento sin juicios de valor y la comunicación respetuosa, así como técnicas para recoger y comprender la información antes de procesarla.
Esto ayuda a reducir las respuestas emocionales, dejando espacio para que los equipos con diversos conocimientos y diferentes antecedentes funcionales alcancen un mayor potencial.
Los beneficios de adoptar el mindfulness en equipo son cada vez más claros.
Imaginemos 2 equipos:
En el primer equipo, los miembros interactúan por separado y algunos de ellos no son conscientes de que la participación ha cambiado o de que el equipo ha perdido el foco de la tarea, por lo que hay que repetir las discusiones y rehacer el trabajo.
Los miembros se vuelven críticos, están a la defensiva y se apresuran a juzgar, o simplemente se callan y miran el reloj.
En el otro equipo, sin embargo, los miembros se mantienen centrados y reúnen al equipo si perciben que las acciones y las comunicaciones se han desviado. Las discusiones se centran en explorar hechos, ideas y opciones, evitándose los juicios impulsivos.
¿Cuál de los dos equipos alcanzará los objetivos antes y de mejor manera?
Para más información sobre mis programas de coaching y mindfulness para equipos envíame un email a: hola@irenepachecoach.com.